Seguimos decorando la casa. Mientras pensaba en la mesa, recordé el recibidor. Es el primer espacio que se ve al entrar, y quiero que también tenga ese aire otoñal cálido: pondré algunas velas de mi colección de Halloween del año pasado y detalles cálidos que den la bienvenida al llegar a casa. Como por ejemplo, los salvamanteles que hicimos a crochet el año pasado y que compartí contigo en mi canal de Youtube. Si quieres verlo te dejo el enlace al tutorial y si prefieres comprar el pack de los 2 salvamanteles, también te dejo el enlace para que lo hagas. Al igual que el tutorial de las calabazas de tela.
Quiero que el recibidor, sea el espacio perfecto para encender una luz tenue al caer la tarde y disfrutar de la calma del otoño 🍁🍄🍂
Además este año es más especial si cabe porque este jarrón grande que ves en el recibidor era de mi abuela. Hace unos años que ya no está con nosotros pero siempre la tengo en mi pensamiento. Ella siempre me inspiró. Me encantaba verla coser, hacer manualidades, ir a verla cuando se presentaba a la elección de la reina, de la tercera edad, en los carnavales. Se apuntaba a todo jejej siempre atenta y con una sonrisa.
Con ella, aprendí a hacer punto de cruz cuando veraneaba en su casa de la playa y conmigo siempre guardo la mantita de retales de tela que hizo junto con mi madre y que me regaló cuando tuve a mi hija. Siempre que la ponía en el suelo para jugar con los niños me traía buenos recuerdos.
Este verano cuando fui a ver a mis padres, me dijeron que iban a vender la casa y que todas mis primas ya habían cogido las cosas que les gustaban y querían tener de recuerdo de ellos, así que fuí a la casa de mis abuelos y grabé cada rincón de su casa para tenerla siempre en mi memoria y me traje esta jarra que me encanta. Además de un frutero de cristal precioso, las cestas de mimbre que tenía para usarlas en el terreno y unos cuadros que aunque tuve que dejar en casa de mis padres porque eran muy grandes, no me cabían en el coche. Así que en la próxima visita, me los traeré.
Y mientras recorría la casa de mis abuelos y me emocionaba no sabes cuanto. Tenía una pena muy grande porque ya mis primas se habían llevado la máquina de coser que tanto la vi usar pero en ese momento, vi la herradura que tenían en la puerta de la entrada y no pude creerlo. Estaba ahí y ya ni me acordaba de ese pequeño detalle. Las vueltas que da la vida, hace dos años que estoy aprendiendo a tejer en el Telar Tradicional y el año pasado por reyes mi marido me regaló un telar que aún no he podido poner en marcha. Pero bueno esa es otra cuestión. Y así como quien no quiere la cosa, lo vi claro. Esa herradura la iba a poner en el telar como contrapeso de la urdimbre, igual que se hacía antiguamente y que siempre veía en el curso y museos. Todas en el curso siempre preguntando y donde podemos conseguirla y nadie sabía salvo que conocieras a alguien que tuviese caballos 😂😉 pero allí estaba. No solo encontré la herradura sino también el mismo tipo de cestita de mimbre que usan los tejedores en el telar para poner las canillas de hilos mientras tejen ✨
Y sí, al final no tengo su máquina de coser que es lo que más ilusión me hacía en el mundo pero tengo algo mucho mejor, su cestita de mimbre y la herradura con toda la simbología, cariño e historias que ha vivido en la casa de mis abuelos. Toda una vida. Que más puedo pedir 💖
Así que muy contenta y como siempre digo, todo ocurre por algo y este año es más especial si cabe este Otoño en casa.
Aquí te dejo las fotos y vídeos de la decoración para que te inspires en ella si te gusta.
Un beso enorme 😘
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